Curiosidades: tipos de lenguas y cómo se clasifican

 

¡Buenas! Hoy vengo a dejaros por aquí un pequeño artículo que trata sobre los tipos de lenguas que existen y en como se clasifican.




En el mundo existen alrededor de 7000 lenguas, estas se clasifican según la familia genética y el tipo. Se clasifican según la familia lingüística a la que pertenecen, es decir ¿de qué lengua procede? Así se agrupan en 160 familias de lenguas con subcategorías. El español, o castellano, pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas, y dentro de ella, al grupo de lenguas romances.


Luego, para clasificarlas según el tipo, nos basamos en la comparación entre lenguas buscando similitudes y diferencias para agruparlas según su fonética y fonología, gramática o vocabulario. Antes de profundizar conviene establecer que no existen los tipos puros, esta clasificación se hace de forma gradual. 


Existen 4 tipos: Lenguas aislantes, aglutinantes, fusionares e incorporantes.


Las lenguas aislantes son aquellas en las que las palabras son invariables, no tienen terminaciones. El orden de las palabras determina las relaciones gramaticales. El chino es un ejemplo de lengua aislante. Estas lenguas, como consecuencia, usan la fonología suprasegmental con valor gramatical o léxico (el cambio de tono cambia el significado). Si decimos /mesá/ en vez de /mésa/, puede sonar raro, pero no presenta cambio de significado. En chino las palabras /mā/, /má/, /mǎ/, y /mà/, pueden parecer iguales para un hablante de una lengua aislante o fusionante, sin embargo, tienen significados diferentes, en el mismo orden: «madre», «cáñamo», «caballo» y «regañar».


Las lenguas aglutinantes están formadas por secuencias de unidades donde cada unidad tiene su significado gramatical, es decir, morfemas y afijos. No existe un límite preciso entre las aglutinantes y las fusionantes, el calificativo aglutinante queda reservado para aquellas lenguas que presentan este rasgo en mayor medida. Ejemplos de lenguas aglutinantes son el finlandés, el euskera, o el japonés. En finlandés, la forma «uidessani», equivale a algo así como «mientras nado», se construye sobre «uida» (nadar) y «ssa» (marca de lugar) y «ni», que (indica posesión de primera persona). En japonés, «omoshirokunakatta» (No era interesante), se descompone en «omoshiro» (interesante) + «kuna», que indica negación, + «katta», que indica un tiempo pasado. Este ejemplo nos enseña el carácter aglutinante de los adjetivos en japonés.


Las lenguas fusionantes son aquellas en las que el cambio de la estructura interna de la palabras expresa las relaciones gramaticales. Además, los afijos se fusionan unos con otros y la forma varía según los demás morfemas. Un ejemplo de estas lenguas son el español, el alemán, o el portugués. En español la palabra «gato» puede tomar diferentes formas que nos indican el número o el género: «gat-o/a», «gat-os/as»; otras palabras como los verbos sufren flexiones de número, persona, tiempo y modo: por ejemplo el verbo «vivir», puede derivar en «viv-o», «viv-es», «viv-imos» (en presente indicativo), «viv-íamos», «viv-ía», (pasado, o pretérito imperfecto) y «viv-iré» o «viv-iremos» (en futuro); también existen palabras con significado gramatical que nos sirven para unir palabras y estructurar los significados de las oraciones, estas son las preposiciones y conjunciones.


Las lenguas incorporantes son aquellas que presentan palabras largas y complejas, en definitiva, es una mezcla entre rasgos aglutinantes y fusionantes. El swahili es una lengua que presenta este tipo de rasgos.

En esta lengua, la palabra «hatukuviwanunulia» significa «no los compraremos para la gente» y sus componentes son: ha- (negación) -tu- (nosotros) -ku- (pasado) -vi- (pronombre objeto de tercera persona plural y género neutro) -wa- (la gente) y -nunulia (comprar a, comprar para).


A la hora de aprender una nueva lengua, el nivel de dificultad de aprendizaje irá ligado a la lengua desde la que se parte. Es decir, si queremos aprender chino siendo hablantes de español, nos resultará más complejo que aprender inglés, ya que el inglés es una lengua con grados de aglutinación y fusión similares al español.  


¡Espero que os haya resultado interesante y os haya gustado!






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